Una visita obligada para todo turista que viene a Melbourne es la Great Ocean Road, de la que ya os hablamos allá por Junio y de la que hemos podido disfrutar unas cuantas veces. Sin embargo en esta ocasión, estábamos acompañados de Tito y Agatha, y en pleno verano (sí, en Enero!)
Tuvimos que reservar con mogollón de tiempo de antelación porque en temporada alta se abarrota de familias que pasan sus vacaciones disfrutando de las infinitas posibilidades que ofrece esta zona, tanto de playa como de montaña.
Para aprovechar y ver nosotros también algunos lugares que no habíamos visitado hasta la fecha, modificamos un poquillo la ruta habitual para asomarnos a algunos de los lugares no tan típicos, pero no por ello menos espectaculares.
El primer lugar en el que nos detuvimos fueron las las Triplet Falls, unas cascadas a las que se llega tras un corto paseo y cuyo entorno te sumerge ipso facto en la grandiosidad que son los bosques del Otway National Park.
Desde allí a pocos kilómetros nos acercamos a otras cascadas, las Hopetoun Falls, también muy bonitas.
Tras una cervecita para recuperar fuerzas después del paseito, seguimos adentrándonos en el Otway para ver las caras de Agatha y Tito viendo sus primeros koalas. Ya nos teníamos fichado un sitio camino al Faro en el que se pueden observar mogollón de ellos... y hay que reconocer que estos animalitos hacen que te quedes embobado!
Continuamos dirección Port Campbell, deteniéndonosde vez en cuando a contemplar los paisajes tanto de interior, como las impresionantes vistas del océano que se asoman desde alguno de los acantilados.
Finalmente llegamos a Wreck Beach, que se encuentra perdida tras unos cuantos kilómetros de pista de tierra sin un rumbo muy claro. Una vez allí, y tras bajar 350 escalones, aterrizamos en una playa impresionante…
Un auténtico lujazo zamparnos el bocata en semejante entorno y poder pasear tranquilamente con toda la playa para nosotros solos.
Ya en Port Campbell, y tras una visita fugaz por el hostel, nos acercamos a ver el atardecer hasta Loch Ard Gorge, una de las múltiples zonas de este Parque Natural, caracterizado por las enorme rocas esculpidas por la fuerza de las olas.
Aunque al final intentando encontrar el mejor lugar casi nos lo perdemos, pudimos presenciar como el Sol se perdía en el horizonte sobre el mar.
Una cervecita y a dormir prontito, que aunque estamos en Australia, toca poner los zapatos a ver si los Reyes Magos se acuerdan de nosotros…
Joder qué caña!!! Yo quiero también que me llevéis a esos lugares de Dios eh? Un abrazote fuerte desde Singapur!
ResponderEliminarHello people!!!
ResponderEliminarJo que recuerdos, y que guapas las fotos.
Se os echa de menoss muchoo!!!!!
Grandes anfitrioness!!