Pasamos la noche cerca de Kuranda,
en un camping estupendo. Este pequeño pueblo, es uno de los destinos turísticos más típicos
de toda visita a la zona de Cairns, ya que se
anuncia como el lugar más accesible en el que poder entrar en contacto con el
rainforest de Queensland. Además está montado para que sólo el llegar allí sea
una atracción en sí misma, destacando un funicular, que asciende montaña arriba permitiendo observar el paisaje a vista de
pájaro.
Destaca una zona de mercado de artesanías, que por
no ser tan abundantes en Australia, es anunciado como uno de las visitas imprescindibles. En torno a ello, hay otras cuantas atracciones, centros de animales y
demás, que hacen las delicias de los turistas con ganas de gastar dinerito y cargar las mochilas de souvenirs.
Lo único que nos llamó la atención
fue una parte de uno de los mercados que tenían un rollito más hippie... pero
vamos, que en general el sitio no nos dijo mucho. Ni los paseos, ni el
mercado nos aportaron demasiado... vamos que podríamos habérnoslo saltado...
Cierto es que muy cerca están las
Barron Falls, unas enormes cascadas que son otro de los platos fuertes que
ofrece Kuranda, sin embargo cuando fuimos nosotros tuvimos mala suerte, ya que
la presa que se encuentra antes de la cascada estaba cerrada, y por ello no
presentaba en el impresionante torrente que habíamos visto en alguna foto y que ocupa toda la roca.
De allí salimos dirección Atherton
Tablelands, la meseta que ocupa el interior del norte de Queensland, y en la
que teníamos pensado pasar algunos días.
Esta zona sustituye la belleza de la costa, por un paisaje impregnado de un carácter puramente rural en el que las colinas se van intercalando con los valles, ofreciendo un horizonte de verdor espectacular, y sólo interrumpido por algunas pequeñas granjas desperdigadas.
El primer punto marcado en la ruta
no deja de ser curioso: visitar dos árboles de dimensiones colosales que se
reconocen como auténticos monumentos naturales.
Tras un ratillo de carretera
llegamos al Curtain Fig Tree,
una enorme higuera, cuyas ramas han ido descendiendo, creando una forma similar
a una cortina. En realidad, no es únicamente un árbol, sino que la manera en
que se va desarrollando es que las semillas de las ramas superiores caen sobre
las inferiores, y de ellas salen nuevas ramas que van estrangulando a las
existentes, construyendo en su conjunto semejante entramado.
Unos kilómetros más adelante, llegamos al Cathedral Fig Tree, otra higuera de tamaño
desproporcionado que preside el bosque desde sus 48 metros de altura, y cuyos 44 metros de diámetro albergan en sí mismo un ecosistema de plantas y animales que
buscan refugio entre sus miles de extremidades. Realmente impresiona ver cómo de una semilla minúscula, la naturaleza ha podido crear semejante barbaridad!
La lluvia hace su aparición y nos
revienta el siguiente plan, que era dar un paseo alrededor de unos lagos. Acampamos en Malanda en un camping
muy acogedor, junto a las Malanda Falls. Nos cuentan que en este río durante el
atardecer se puede tener la suerte de observar ornitorrincos (platypus). Este
extraño y esquivo animal, es uno de los que todavía no hemos podido ver, ya que
al parecer en cuanto sienten el mínimo ruido se sumergen durante horas en el
agua, por lo que para poder verlos hay que armarse de paciencia y estar un buen rato esperando que
les de por salir. De todos modos ni tenemos mucho que perder así que nos
acercamos a ver si hay suerte... y sí la hay! durante unos instantes podemos
ver como asoma a la superficie y luego vuelve a perderse para no salir más...
sólo con esos segundos nos vamos tan contentos :)
Para cerrar el día pillamos leña
para hacer una hoguera, pero después de muchas
intentonas y chispeando a cada rato no queda más remedio que irnos a la
cama y dejar el fuego para otro día...
Al día siguiente el plan es recorrer el llamado "circuito de las cascadas". En una distancia de unos cien kilómetros, se pueden encontrar decenas de ellas para todos los gustos... y todas ellas muy chulas :)
Dinner Falls |
Little Windstream Falls |
Windstream Falls |
Millaa Millaa Falls |
Zillie Falls |
Ellinjaa Falls |
Silver Falls |
Nandroya Falls |
Por estar al final de la estación húmeda, todas ellas presentaban unos torrentes colosales lo que las hacía aún más espectaculares. Difícil quedarse con una!
Además los trayectos de unas a otras ofrecen unas vistas geniales del paisaje de esta meseta, haciendo que conducir por estos parajes sea una delicia, y más cuando por fin el Sol nos empieza a sonreír.
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