Aprovechando que con la Semana Santa podíamos
juntar diez días, tocaba planear destino para nuestro siguiente viajecito. Australia
es muy grande, y hay mucho que ver… y este era nuestro último viaje, así que
decidir a dónde ir nos costó un buen rato de darle vueltas a la guía. Básicamente
después de haber visitado Northern Territory y Tasmania, estábamos entre tres
opciones:
- Western Australia (visitar Perth y sus
alrededores)
- East Coast (descender desde Brisbane hasta
Sydney, a lo largo de la Costa del Surf)
- North Queensland.
Nos decantamos por ésta última, que ocupa la zona noreste del país, y ofrece clima tropical, impresionantes
bosques lluviosos y playas de ensueño de aguas cristalinas. Pero por encima de
todo, porque sus costas están flanqueadas por la Gran Barrera de Coral!!! Sin duda una visita
que no nos podíamos perder antes de abandonar nuestra estancia en Australia.
A este conjunto de entornos naturales, es lo que se conoce como Wet
Tropics of Queensland, considerado Patrimonio Mundial, y que abarca decenas de
Parques Naturales tanto de costa como de interior.
Desde Melbourne volamos algo más de tres horas hasta Cairns,
principal ciudad de esta región. Tras aterrizar lo primero que nos encontramos
fueron nubes y lluvia. Aunque en Marzo las lluvias comienzan a remitir, la
estación húmeda dura hasta Abril, por lo que las tormentas te pueden sorprender
cuando menos te lo esperes.
Del aeropuerto, lo primero recoger la furgo que nos acompañará por
estos parajes. Esta vez el presupuesto está reservado para poder bucear en la
Gran Barrera de Coral, por lo que toca apañarse con una “campervan” modo
tiradillo. Vamos, que pasamos del lujo de la última que tuvimos en Darwin con ducha y
todo, a esta que fácilmente podía tener 25 años, y podríamos decir que era ¨básica¨:
quién dijo extras!! vuelta a los tiempos de cuando tenía el R5… a subir la
ventanilla a mano, a cerrar todas la puertas una a una.. en fin, una furgo
hippie de verdad!
De allí nos acercamos al centro de Cairns a hacer la compra y nos
vamos viniendo abajo ya que veníamos preparados para una tormentilla pero no
para que estuviera lloviendo a mares sin parar. Con dudas de hacia donde tirar,
y viendo que el pronóstico del tiempo no ayuda mucho, decidimos mantener el
plan original y poner rumbo hacia el norte.
En el camino cae el diluvio universal, tanto llueve que a ratos
nos tenemos que parar porque los limpiaparabrisas no dan para escupir tanto
agua. Pasamos de largo por algunas playas que nos hubiera gustado ver, pero con
semejante plan poco se puede hacer…
Decidimos hacer una parada en Port Douglas, uno de los sitios
turísticos de la zona, con bastantes resorts y una zona animada de tiendas. Sin
embargo con el día que hace hay muy poco movimiento. Parada para comer, ya en estado de medio crisis después de todo el día cayendo agua sin tregua…
Continuamos hasta que la noche se nos cae encima bastante temprano, a eso de las 6pm, y acampamos en
Daintree, un pueblo de cuatro casas. No hay nadie. Es temporada baja y con el
día que ha hecho a nadie se le ha ocurrido ir a este remoto lugar a la ribera
del enorme río del mismo nombre.
Aún así el camping es muy agradable y aunque la lluvia va y viene
podemos cenar y tomar una cerveza tranquilitos debajo de un chambao.
Primera noche en la furgo con el repicar de las gotas contra la
chapa acompañándonos durante toda la noche… Dios quiera que al despertar las
nubes nos den un respiro!
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