domingo, 25 de noviembre de 2012

Darwin... y se acabó!

No ha estado nada mal dormir en cama y con aire acondicionado… y sobre todo sin mosquitos! El albergue está estupendo…

El viaje esta a punto de llegar a su fin. A las 18:15 pillamos el vuelo de vuelta a Melbourne pero antes tenemos casi todo el día para conocer Darwin.

Darwin es la capital del Northern Territory, pero no por ello deja de ser un pueblo grande. Tiene 125. 000 habitantes y da la sensación de que hay bastante pasta, sobre todo por el boom de la minería y también el turismo. Dada su ubicación, podría decirse que es la ciudad más fronteriza de Australia,  encontrándose en distancia mucho más cerca de Asia o de Papua Nueva Guinea que de cualquiera de las otras capitales australianas.

La historia de esta ciudad está marcada por dos acontecimientos: uno, los bombardeos que sufrió por los japoneses durante la Segunda Guerra Mundial, lo que la hizo convertirse durante años en una ciudad militar; y el otro, Tracy, un ciclón, que en Nochebuena de 1974 arrasó la ciudad con vientos de hasta 160 km/hora, dejando en pie 400 de las 12.000 casas que había por aquellas, a pesar de lo cual sorprendentemente sólo hubo alrededor de 70 muertos. 

Por ello,  toda la ciudad ha sido reconstruida y todos los edificios son todos nuevos..


Tiene unas cuantas calles comerciales en lo que sería el centro, y que además de tiendas acumulan unos cuantos bares y mogollón de hostales que le dan a esta zona una mezcla de rollo playero y mochilero…



En el centro no hay mucho más, y siendo domingo y temporada baja, la mayoría de las tiendas están cerradas… así que pillamos un bus para ir a ver el museo del Northern Territory. Es un sito curioso e interesante porque mezcla arte aborigen, un montón de muestras de animales disecados, algo de historia, una zona dedicada al ciclón Tracy, un impresionante cocodrilo disecado de 5 metros… en fin, un poco popurrí pero bastante divertido…

Desde allí nos acercamos a Mindil Beach, una de las playas más conocidas. El agua es azul turquesa precioso, pero el panorama es desolador… no hay nadie!


Paseando un poco nos damos cuenta de que no es que no haya nadie en la playa es que no hay nadie por ningún lado! Nos ponemos a andar en dirección a Cullem Bay, una especie de puerto, pero llegar hasta allí se hace interminable y no encontramos nada demasiado interesante…


Poco más hay que hacer asi que nos dirigimos de nuevo al centro atravesando zonas residenciales interminables… otra vez hemos cometido el error de menospreciar las distancias en las ciudades australianas, incluso esta que es pequeña no puedes moverte si no es con el coche…

Nos queda la sensación, de que ha sido un error haber planeado día y medio para Darwin, con que hubiéramos pasado un par de horas hubiera bastado. Cada vez tenemos más claro que en Australia  no son las ciudades lo que merece la pena!



Punto y final… Taxi al aeropuerto, y vuelo de 4 horas hasta Melbourne… se dice pronto, 4 horas de vuelo dentro del país!

En la cabeza muchas imágenes, muchos momentos que nos quedaran en el recuerdo, y tantos sitios inolvidables que nos es imposible elegir solo uno. Y además, la sensación de haber pasado 15 días sintiendo la naturaleza mucho más de cerca de lo que acostumbramos; de haber experimentado la libertad de estar en ruta sin tener claro donde dormiríamos al día siguiente; de haber aprendido un poco más de la cultura aborigen y sobre todo de haber disfrutado de una experiencia única!

Teníamos dudas de qué zona elegir para este viaje pero ahora que lo hemos vivido estamos convencidos totalmente de que la elección ha sido acertada. Conocer el Outback nos ha hecho entender la diversidad y la inmensidad que es Australia…

Así que lo que toca ahora es empezar a planear el siguiente viaje, que nos queda mucho y bueno por explorar en las antípodas!

sábado, 24 de noviembre de 2012

Jumping Crocodile

Pasamos otra noche horrorosa en la caravana, y esta vez no por el calor sino porque nos han picado todos los mosquitos de Australia! Nos  tiramos media noche dándonos golpes a nosotros mismos para intentar que parara de una vez ése zumbido infernal en la oreja…

Al amanecer nos damos cuenta de la magnitud de la tragedia, picaduras a diestro y siniestro y mosquitos campando a sus anchas por toda la furgoneta… genial nos dejamos una de las ventanillas medio abierta!!!  Hay lo menos 30 y todos bien grandes y cargaditos con nuestra sangre… qué pardillos somos!

Toca recoger la furgo y dejarla presentable para entregarla, y desde  ahí nos vamos al plato estrella del día, el crucero del Jumping Crocodile. Qué mejor forma de despedirnos de los Parques Naturales que viendo a los cocodrilos en acción! (Adelaide River).

Por ser madrugadores nos invitan a un cafetito y tenemos tiempo de echar un vistazo a los recortes de periódico que tiene recopilados de todas las noticias relativas a cocodrilos en el Northern Territory. Son bien numerosas, y las hay para todos los gustos: desde cocodrilos encontrados en cañerias, gente que se ha salvado in extremis, muchos otros que les han devorado… todo un filón para la prensa local!


Para abrir boca, antes de meternos en el crucero te dejan que cojas una pitón que tienen en una jaula, no me lo pienso dos veces… el animalito está muy tranquilo y se va enrollando y desenrollando a su bola… pensaba que iba a dar rollo la verdad… lo mejor, el tacto de la piel, muy guapo!

Nos montamos en el crucero solamente con otras 5 personas, por lo que tenemos la suerte de ir en un barquito más pequeño que se puede acercar más a los “crocs”. Por suerte hay bastantes así que no tardamos mucho en divisar a los primeros dentro del agua…



El crucero en sí es una turistada de las buenas, ya que consiste en que atan en una pértiga algo de carne y hacen que los cocodrilos salten para pillarla. Lógicamente los cocodrilos se lo saben y se arriman al barco en busca de comida fácil, y la chica que les da la comida les vacila un poco para que se muevan y acaben sacando casi todo el cuerpo del agua para coger la “presa” en el aire. Ver al animal por los aires es acojonante!!


Según aprendimos, es bastante habitual que los cocodrilos brinquen para pillar pájaros, aunque como son el animal más perezoso del mundo, para ahorrar energía, suelen conformarse con los peces que les entran en la boca cuando la dejan abierta en el agua…


A parte del salto, lo que es espectacular es poder ver a estas criaturas a tan poca distancia… sobre todo cuando se arriman a la orilla! Por lo que aprendimos es de los animales que menos han evolucionado, ya que no les ha hecho falta porque son seres casi perfectos!


Casi al final, tuvimos la suerte de que se cruzara en nuestro camino una bestialidad de 4 metros y de unos 400 kilos, que es un tamaño de cocodrilo muy considerable… tanto que a simple vista se podía observar que es mucho mas grande que los anteriores!


Nos quedamos fascinados pudiendo ver esas fauces a medio metro! No nos queremos ni imaginar lo que puede ser un bocado de un bicho de estos!


Hasta aquí ha llegado el show… dejamos a nuestro amigo reposando en el barro y retornamos al muelle.


Ahora sí, ponemos rumbo a Darwin y dejamos atrás 7 días recorriendo un montón de Parques Naturales. Antes de entregar la furgo queremos aprovechar para visitar algunos lugares a las afueras de la ciudad.

Empezamos por otra reserva natural, la Casuarine Coastal Reserve, y es que después de 15 días de viaje aún no habíamos visto la playa!


Hace 35º y nos encontramos con una playa tan chula como esta, y no hay nadie...

Pero la cosa no nos pilla de sorpresa, no es que a los de Darwin no les guste el mar, es que si en los ríos el “enemigo” son los cocodrilos, en el mar son las medusas… y en concreto la “box Jellyfish”. El asunto no es de broma, porque la picadura de alguna de estas medusas puede provocar la muerte!


Es por ello, que de Octubre a Marzo las playas del mar Timor que bañan la costa de Darwin, quedan desiertas y darte un baño en sus aguas esta prácticamente prohibido, a no ser que te quieras jugar la vida.

Cada vez entendemos más porque los australianos nos vacilan tanto con la cantidad de animales asesinos que hay en Australia: tiburones, cocodrilos, medusa, pulpos y otros muchos más.

Desde allí nos asomamos a otra reserva natural que esta también en la costa, la East Point. La playa está muy chula y además en ella se encuentra el Alexander Lake, un lago artificial de agua salada, inmenso y muy chulo, que hace las veces de piscina para los Darwinianos ya que el mar no se puede pisar…

Truenos y relámpagos nos venían avisando desde hacía un rato, y de un instante a otro comienza el diluvio universal… no dura mucho pero cae agua como si no hubiera llovido nunca…


Es hora de decir adiós a la furgo y aún nos queda tiempo para un paseillo por Darwin, tomar una cervecita y cenar por ahí recordando todo lo que hemos visto… se hace raro estar en una ciudad después de 15 días en plena naturaleza!

viernes, 23 de noviembre de 2012

Litchfield National Park (II)

Tanto pedir la lluvia, el día amanece lloviendo y con el cielo bien cerrado… no tiene pinta de que vaya a parar de un momento a otro, y lloviendo los planes en Litchfield se nos tuercen un poco…

Nos lo tomamos con tranquilidad hasta que decidimos que si hemos sido capaces de pegarnos caminatas empapados de sudor, podremos soportar ir calados de lluvia… así que nos calzamos botas y pantalón largo y a por ello…

Nos dirigimos hacía una ruta que se llama Cascades, que lleva a lo largo de un riachuelo. Tan pronto como aparcamos la furgo la suerte nos sonríe y deja de llover.

La ruta es una preciosidad, y literalmente vamos dando brincos río arriba de roca en roca, viendo pequeñas cascadas y torrentes por donde fluye el agua sin orden aparente…


Tenemos suerte que aún las lluvias no han empezado porque durante la época húmeda deber quedar todo anegado por el agua y andar por este camino debe resultar imposible.


Disfrutamos de lo lindo con las vistas y con cada salto de agua, y aunque hay algún momento de ¡uuuy! aunque ninguno llegamos a meter la pata.


Animados por seguir viendo un poco más llegamos a la parte de las cascadas altas, a las cuales se accedía desde otro camino… sin darnos cuenta hemos convertido el camino en una vuelta completa, así que nos decidimos a volver por ese lado… este va más por el interior y no es tan chulo, pero la otra parte nos ha encantado!


Siguiente parada se llama Walker Creek, de nuevo otro sendero que te lleva paralelo a lo largo de otra garganta.

En este caso el camino no es tan divertido, pero lo que triunfa es que en diferentes puntos del río hay lugares habilitados para acampar, pero en plan una o dos tiendas. De hecho, hay una pizarra al comenzar el sendero donde apuntas cuánto tiempo vas a estar y en cuál de los lugares… sin duda una manera increíble de poder dormir en plena naturaleza!


Por estas, el Sol ya ha empezado a pegar como de costumbre, así que es momento para el último bañito en Litchfield, para variar en otra cascada espectacular!


Esto ha dado de sí Litchfield, como en los otros Parques nos hemos dejado algunas visitas sólo accesibles con todoterreno, pero lo demás lo hemos recorrido enterito… aunque el listón está muy alto con todo lo que hemos visto a estas alturas, sin duda el agua fluyendo por cada rincón nos ha conquistado!


Hay una carretera que lleva directamente hacia Darwin, pero que tiene 30 km de gravilla. Nos acercamos para ver como esta pero pinta un poco chunga, y más después de todo lo que ha llovido por la noche, así que esta vez decidimos no tentar a la suerte, por lo que nos toca darnos toda la vuelta y deshacer el camino que habíamos hecho.

La carretera se hace pesada y se nos lleva buena parte del día, pero aún nos da tiempo a ir a ver otra reserva que se llama Fogg Dam y que se encuentra a unos 50 km de Darwin en la Kakadu Highway. Es un gran humedal que tiene una gran riqueza de aves, sin embargo, como estamos al principio de la época húmeda no está aún cubierto de agua y los pájaros no son tan abundantes.


Aún así damos un paseo por un bosque que se adentra en la marisma y podemos apreciar tipos de árboles completamente distintos a los que habíamos visto hasta ahora… es impresionante la cantidad de tipos de paisajes diferentes que hemos podido disfrutar estas dos semanas.


El atardecer empieza a caer, y nos dirigimos a un sitio que hemos fichado por el camino en el que podemos dormir gratis y que nos ofrece una puesta de sol magnífica!


Además hoy es nuestra última noche con la caravana, así que qué mejor idea que pasarla en mitad de la nada disfrutando de las estrellas… vamos a echarlo de menos! aunque esperemos que hoy el calor nos deje dormir un poco!

jueves, 22 de noviembre de 2012

Litchfield National Park (I)

Como ayer nos pegamos la panzada de conducir, hoy nos podemos permitir tomárnoslo con calma. Estamos a las puertas del Parque y además en este, a diferencia de los otros sitios, los lugares están a distancias cortitas entre sí.


En Litchfield, también hay bastantes lugares de interés que son solamente accesibles en todoterreno, pero los más populares tienen una acceso más sencillo que en Kakadu, por ejemplo. De hecho, por estar a tan sólo 90 km de Darwin, y contar con un montón de lugares para el baño, es uno de los sitios favoritos de las familias para pasar el fin de semana.

Nuestra primera parada es en las “Termite Mounds”: unas curiosas formaciones que construyen las termitas y que dependiendo del tipo de bicho, sin son termitas magnéticas o termitas catedral, tienen una forma como si fueran lápidas o como enormes formaciones que pueden llegar hasta los 5 metros, y pueden tardar en construirse hasta 70 años. La verdad que es increíble ver como un diminuto animalito es capaz de construir semejante mole!


Desde ahí nos vamos directamente a disfrutar de nuestro primer baño, a un lugar llamado Buley Rockhole. Un pequeño río que baja formando cascadas y que nos parece encantador según lo vemos.


Nos colocamos en una pocita bañada por una cascada que tenemos la suerte de disfrutar para nosotros solos, una maravilla! Al rato comienza a llegar bastante gente y familias con niños que rompen un poco el encanto.. pero nosotros ya hemos tenido nuestra buena ración con entrada VIP :)


A pocos kilómetros de allí se encuentra una de las mayores atracciones del Parque, las Florence Falls; y es que en Litchfield aunque la naturaleza es también impresionante, quién se lleva el protagonismo son las cascadas y las piscinas naturales. Desde lo alto de un mirador lucen impresionantes!

 
Pero sin duda, llegar tras descender los 135 peldaños que te llevan a la charca y poder ver como las dos cascadas confluyen en ella es increíble! Un lugar de ensueño y encima te puedes bañar!


Aunque estamos al comienzo de la época húmeda, estas cascadas son capaces de mantenerse todo el año, aunque el torrente durante el final de la temporada de lluvias debe ser una barbaridad!


A la vuelta tomamos otro camino que lleva hasta el aparcamiento, esta vez a la vera del río que parte de las cascadas. El paisaje es precioso, inmerso en un rainforest y con pequeños saltos de agua por todos los lados.


El día se está llevando la mar de agustito entre baño y baño… ha sido una gran idea dejarnos este parque para el final para poder tener un poquito de disfrute después de sufrir el Outback!

Siguiendo la carretera paramos en Tolmer Falls, unas altísimas cascadas a las que no se puede acceder porque en ellas residen unos cuantos tipos de murciélagos en peligro de extinción. En estas si que se nota que acabamos de terminar la época seca…


Unos pocos kilómetros más adelante llegamos a las Wangi Falls. Otras cascadas espectaculares que caen sobre una enorme piscina. Desde todos los ángulos, el lugar no puede ser más bonito… y el sonido del agua cayendo transmite una paz inexplicable..


Decidimos que no puede haber un sitio mejor para dormir que en el camping que hay justo al lado, gestionado por el Parque y bien baratito.

Así que aquí pasamos la tarde, tomando un aperitivo, leyendo y disfrutando en petit comite de esta postal impresionante!


Todo pintaba tan bien, que no sabíamos que nos iba a tocar sufrir la noche más calurosa de todas las vacaciones. Hoy no ha habido tormenta así que no se ha refrescado nada el ambiente…

Después de 2 horas intentando conciliar el sueño y dando vueltas, abrimos toda la furgo de par en par para ver si somos capaces de respirar… ya no importan ni los bichos ni nada!

Tras otro rato de sufrimiento, al final nos despiertan las gotas golpeando la furgo… por fin está lloviendo, esperemos que los grados bajen un poquito!

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Nitmiluk National Park

De nuevo nos dirigimos a las Katherine Gorge pero esta vez con la intención de alquilar una canoa por medio día que nos permita tener otra perspectiva del río, diferente a la que pudimos observar ayer tras el paseo.

Pillándola medio día solamente te permite recorrer solamente la primera de las 13 gargantas, pero nos parece suficiente para poder apreciar el río desde dentro… y además no queremos echar todo el día…

Por si acaso, ya que ahora vamos a estar unas cuantas horas en el agua, hacemos la pregunta otra vez de cómo esta el tema cocodrilos… la respuesta es parecida a la del día anterior, básicamente que los saltwater no deberían andar por ahí porque cuando los detectan los atrapan, y que si nos encontramos algún  freshwater, +debemos alejarnos, y no molestarlos. Lo nuevo que aprendemos es que al preguntarle que como los reconocemos, nos dicen que, además del tamaño, los freshwater no parpadean, así que moraleja: si vemos a un cocodrilo haciéndonos ojitos mal rollito!

Al entrar en el agua la verdad da un poco de canguelo, y no puedes evitar mirar para todos los lados y ver sombras aquí y allá o siluetas de caras de cocodrilos que resultan ser ramas. En todo caso, las aguas están muy tranquilas y en todo el recorrido no vemos nada raro. Eso sí, hay zonas en las que no puedes pararte porque son en las que los freshwater tienen los nidos, y cuando protegen a las crías es cuando pueden volverse agresivos.


Superando el acojone inicial, te pones a darle al remo y casi se te olvida el tema….  y la maravilla de paisaje ayuda a que vayas embelesado mirando de un lado para otro. Lo bueno de la canoa es que es como la bici por tierra, te permite percibir las cosas al ritmo justo.

Nos cruzamos solamente con otras tres o cuatro canoas, así que podemos disfrutar del entorno casi para nosotros solos, y escuchar poco más que el sonido de los pájaros… el recorrido es de poco más de una hora remando, hasta llegar al punto que delimita el final para quienes cogen sólo medio día.


Allí nos damos un paseo hasta llegar a ver donde comienza la segunda garganta, que es el lugar el que llegamos ayer tras la ruta. Para ser sinceros, lo del kayak ha sido mucho menos duro que la caminata!

Nos damos un bañito, y nos ponemos en marcha de vuelta al punto de partida. En total cuatro horitas que lo hemos pasado estupendamente.


Desde allí cogemos la furgo con destino a las Edith Falls, unas cascadas que también pertenecen al Nitmiluk National Park, pero que están a 60 km de Katherine en dirección hacia Darwin.

Al llegar nos quedamos impresionados porque justo al lado del parking hay una piscina natural enorme y con una cascada chulísima. Además, como en todos los lados por aquí, el agua está muy calentita.


Suponemos que en temporada alta se debe poner hasta arriba porque al lado del parking hay un chiringuito y demás, pero así para nosotros solos es un lujazo.

Sin embargo, no todo podía ser placer, así que nos animamos a hacer una rutilla corta, de un par de kilómetros que te llevaba hasta más pozas en la parte alta del río. Nos ponemos a andar con 40º apretando fuerte un  día más, pero al llegar y ver la vista desde lo alto se nos quitan todos los males…


Un lugar de ensueño, con una cascada impresionante enclavada entre unas enormes paredes de piedra; espectacular!


Nos pegamos un baño de los que quitan el hipo… y de nuevo toda para nosotros!


Al otro lado, cae otra cascada con otra charca igual de increíble. El acceso no parece fácil, pero la vista desde allí es una pasada…


No teníamos las Edith Falls como una de las principales paradas en nuestro viaje, pero nos ha flipado! Ahora sí decimos adiós a Nitmiluk con destino Batchelor, localidad a las puertas de Lichtfield National Park, otro parque natural que se encuentra a 90 km de Darwin por lo que nos esperan 2 horitas y pico de carretera hacia el norte por la Stuart Highway.

En gran parte del trayecto vamos pegados a las vías del ferrocarril por las que transcurre un tren muy mítico en Australia llamado The Ghan. Éste, atraviesa Australia recorriendo  los 3000 kilómetros que separan Darwin de Adelaide, en 3 días de viaje de punta a punta por el centro del continente.


Casi de noche llegamos a Batchelor para pasar la noche. Cenita gourmet en la furgo que nos la hemos merecido y a dormir que mañana hay mucho que ver!

martes, 20 de noviembre de 2012

Katherine

Katherine se encuentra a 300 km de Darwin, y es la población más importante de la zona, de unos 10000 habitantes, lo que para este área es mucho decir. Por ello aunque no deja de ser un pueblo, aquí se pueden encontrar todos los servicios, bancos, supermercados e incluso aeropuerto. A simple vista se observa bastante población aborigen, y en un entorno algo más rural, da la sensación de estar algo más integrados en la sociedad de lo que percibimos en Alice Springs.
  
Ponemos rumbo hacia el Nitmiluk National Park, a 30 km de Katherine. Este Parque acoge las Katherine Gorge, un total de 13 gargantas que conforman un paisaje espectacular.

Hay diversas opciones para poder recorrer el río: en crucero, en canoa o a través de algunas de las rutas a pie que llevan hasta las diferentes gargantas. Como vamos a pasar otra noche en Katherine, la idea es mañana alquilar una canoa, y hoy tomárnoslo más tranquilamente y hacernos una de las rutas, en concreto la que lleva a la Butterfly Gorge; son 3 horas ida y vuelta pero con la recompensa de poder darnos un chapuzón al llegar.

Se supone que esta zona es apta para el baño, pero por si acaso preguntamos en la oficina del Parque para quedarnos tranquilos. Sin embargo, nos quedamos un poco perplejos porque no nos contestan con un no rotundo, sino que nos dicen que hacen redadas con regularidad para detectar a los cocodrilos de agua salada (Estuarine o saltwater crocodiles) y que no han localizado ninguno así que no debería haber peligro.


Además nos informan que los que si son comunes en este río son los de agua dulce (freshwater crocodiles) mucho más pequeños pero que no tienen la carne humana como parte del menú, y que únicamente si se sienten amenzados chapotean para que les dejes tranquilos…

En conclusión, que no te aseguran 100% que no vaya a pasar nada! Aunque conociendo a los australianos si no está prohibido expresamente nos podemos fiar, porque siempre son muy tremendistas y está todo repleto de prohibiciones…

A lo largo del camino el calor aprieta de lo lindo, ya que la ruta va por el interior sin asomarse al río hasta el final. El sendero es bastante rocoso y a tramos complicadillo. En la parte final se adentra en un bosque monzónico, muy bonito, y con una vegetación muy diferente a la que habíamos visto en Kakadu.


Después de una hora y media larga nos plantamos a los pies de la garganta y el lugar es increíble. Las aguas están súper tranquilas, y no se avista nada raro alrededor, así que en mitad de un entorno alucinante nos pegamos un bañito de escándalo. Eso sí, te queda un poco la cosilla de que vaya a aparecer algún amiguito por algún lado!



Estamos completamente solos, no se avistan barcos ni canoas, y sólo se oyen montones de pájaros y el tintineo del agua, un panorama idílico!


Desde todos los lados, la vista es imponente… ya nos estamos relamiendo de lo chulo que va a ser mañana con la canoa…


Toca enfrentarse a la horita y media de vuelta, pero la caminata ha merecido la pena. Al llegar a la furgoneta, exhaustos, hay un par de amigos esperándonos... seguimos estando en Australia! :)


Nos dirigimos hacia Katherine de nuevo, al final hemos echado casi todo el día, así que para rematar, nos acercamos a las Hot Springs, que son como las piscinas naturales del pueblo, pero cuyo agua mana a 31º todo el año.


En Katherine no hay mucho más que hacer, así que hay que aprovechar que el camping que tenemos parece un resort! El sitio está de lujo, y con las penurias que hemos pasado con el calor durante todos los días, una piscinita como esta es una bendición!


Al salir la luna somos testigos de un espectáculo formidable. Miles de flying foxes, la especie de murciélago más grande del mundo, cruzan en bandadas el cielo en cuestión de minutos, en busca de una rama en alguno de los árboles frutales en los que pasaran la noche.

El bicho es realmente enorme, y cuando abre las alas, mide más de un metro de punta a punta. Durante el día permanecen colgados boca abajo dormitando en alguna palmera u otro árbol de gran altura cerca de los ríos y zonas húmedas, pero al caer la oscuridad, se activan y acuden a devorar los árboles frutales, en esta zona sobre todo los mangos, que son muy abundantes. Por ello también se les llama fruit bats.

Un momento alucinante para cerrar el día! Lástima que la cámara con la oscuridad no fuera capaz de pillarlo…