martes, 6 de noviembre de 2012

Yarra Valley

Una de las zonas más conocidas de Victoria que aun no habíamos visitado es el Yarra Valley. Este valle se extiende hacia el noreste de Melbourne, comenzando a tan sólo unos 40 Km. de la ciudad, por lo que es una de las típicas salidas de fin de semana o incluso de un día ya que te plantas allí en menos de una hora de coche, y eso en Australia es todo un lujo!

El principal plan en esta zona es disfrutar de las bodegas que se reparten por todo el Valle, y es que el Yarra Valley es una de las zonas vinícolas con más nombre de Australia. A medida que te adentras a ambos lados de la carretera principal, asoma un paisaje rural dominado por extensos viñedos y salpicado de bodegas que ofrecen catas de sus propias cosechas, así como la oportunidad de degustar un buen menú, por supuesto regado también por sus vinos. Pero además de la comida, lo que hace especial estos lugares es el entorno, ya que todas ellas se encuentran enclavadas en unos paisajes preciosos con una tranquilidad infinita.


El pueblo principal al que se dirigen casi todas las excursiones, es Healesville, que aunque no tiene demasiado, al estar ubicado en el centro del Valle permite moverse con facilidad por los alrededores. Además alberga un zoológico que es bastante famoso entre los visitantes de corta estancia en Melbourne, ya que en el que se puede disfrutar de un vistazo la fauna autóctona australiana…


Sin embargo, nuestro plan en este finde no era darle al vinito (que ya lo haremos algún día y ya os contaremos) sino un poco más campestre, porque queríamos estrenar nuestra nueva tienda de campaña.

Así que nos dirigimos a Marysville, un pueblo muy pequeño que está a unos 40 Km. hacia el norte desde Healesville, y que marca la frontera entre el Yarra Valley y la Cordillera Alpina de Victoria, siendo en invierno uno de los pueblos de enganche a las zonas de esquí.

El camping estaba de maravilla, y los australianos son unos profesionales de este tema, casi todos con sus todoterrenos y sus caravanas. Ya nos olíamos que se lo iban a montar de lujo y que irían equipados al cien por cien, porque hay mogollón de tiendas de este rollo en las que puedes encontrar todo lo que se te ocurra… y encima las instalaciones del camping estaban genial: zona para cocinar, con nevera, microondas… y luego planchas de barbacoa, lugares preparados para hacer fuego de leña con una parrilla, vamos como en un resort! 

Nosotros no tenemos tanta calidad, pero con una tiendecilla bastante apañada y cuatro cacharros reciclados, la verdad que la experiencia nos encantó…


Una de las cosas que queríamos ver en Marysville eran unas esculturas que curiosamente Leo había visto en uno de esos típicos mails de presentaciones que te llegan de cosas chulas, cuando todavía estábamos en Madrid, y, cosas de la vida, ahora teníamos la oportunidad de verlo en Australia!

El escultor se llama Bruno Torfs, y la exposición se encuentra en el jardín de su propia casa. De modo que cuando entras, puedes charlar con el y te explica un poco en que consiste su obra.



Pero sobre todo, lo que te deja helado es cuando te cuenta como él y su obra sobrevivieron al Black Saturday.

El “Sábado Negro”, se conoce en Australia al 7 Febrero de 2009. Ese día, bajo las condiciones perfectas para el fuego, hubo hasta 400 incendios en Victoria, que mataron a 173 personas y destrozaron pueblos enteros. El principal incendio tuvo lugar en esta zona, arrasando Marysville y el resto de localidades contiguas. La tragedia fue tal que sólo en este pueblo murieron 34 personas, y el 90% de las casas se redujeron a cenizas.

Al ver la inmensidad de los bosques en Australia, y pararte a imaginar como puede avanzar un fuego entre árboles de 60 metros de altura, se te ponen los pelos de punta…

Es sobrecogedor cuando te lo cuenta, cuando ves las imágenes de cómo quedo todo, y cuando te explica como milagrosamente, aunque la casa quedó destrozada, las esculturas al ser de terracota, aunque dañadas, pudieron salvarse en parte. Durante estos años ha sido capaz de restaurar la mayoría de ellas, y de levantar su casa de nuevo… y sin duda por todo ello y por el mérito que tiene, ahora la visita merece si cabe aun más la pena!


El paisaje en los alrededores, aunque afectado, no es del todo desolador, y sigue ofreciendo un montón de rutas de senderismo y parajes naturales muy bonitos. Uno de ellos son las Steavenson Falls. Aunque de aquí, más que la cascada, lo que no se nos va a olvidar es que caminando por los alrededores, vimos nuestra primera serpiente! Ya habíamos visto algunos carteles en el camping que estamos en temporada de serpientes, pero no nos esperábamos que fuéramos a ver una tan pronto!


Otro lugar impresionante a pocos kilómetros de Marysville son los alrededores del río Taggerty, a los márgenes de cuyo cauce, se suceden diferentes rutas de senderismo bajo un tremendo “rainforest” (bosque lluvioso). Estos bosques son alucinantes, te sientes como si fueras un gnomo en mitad de esos helechos gigantes, como si formaras parte de un mundo de fantasía…


La que nosotros elegimos se llamaba The Beeches y seguramente haya sido la ruta más bonita desde que estamos por aquí…

 

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