domingo, 11 de noviembre de 2012

Primer contacto con Uluru (Ayers Rock)

Amanecemos después de nuestra primera noche durmiendo en la furgo. No sabemos si es porque después de la tralla del día anterior estábamos muertos, pero hemos dormido estupendamente…


Sólo 70 Km nos separan del Ayers Rock, el monolito más grande del mundo (llamado Uluru en lengua aborigen) así que nos ponemos en camino deseosos de verlo por primera vez…  al ratillo lo vemos asomar a lo lejos… la silueta la reconocemos fácilmente porque la hemos visto millones de veces, pero la emoción de verlo no es lo mismo!


En las proximidades el paisaje se vuelve de un rojo mucho más intenso…  de repente parece que nos hemos teletransportado a Marte!


Uluru-Kata-Tjuta constituye un Parque Nacional, por lo que hay que pagar 25$ para poder acceder a él, y con esta entrada se permite el acceso durante 3 días. Justo ese tiempo el que nosotros hemos pensado estar por aquí.

Como hoy no hemos madrugado, nuestro plan es ir a visitar la zona de Kata-Tjuta. Sin embargo al entrar en el Parque Nacional vemos un cartel que a las 11de la mañana debido al calor, se cierra la ruta que habíamos pensado hacer… Nos deja chafados. Tenemos que cambiar de planes, porque son las 11 y poco y hace un calor ya muy serio, casi 40º así que no esta la cosa para hacer senderismo… esta visto que aquí toca madrugar…

La mejor opción es ir al centro cultural a pillar algo de información y de paso chupar un poco de aire acondicionado! Es bastante pequeño pero interesante, centrado al 100% en lo que significan estas formaciones de la naturaleza para la cultura aborigen.


Los aborígenes son los descendientes de los nativos australianos, aquellos que ocupaban este continente antes de la llegada de los ingleses en el siglo XVIII. Es considerada la cultura más ancestral del planeta, y aunque no se sabe con certeza se cree que llevan en estas tierras desde hace al menos 50.000 años.

Existen diferentes pueblos aborígenes, cada uno de ellos con su propia lengua y cultura, pero en todas ellas aparece como elemento fundamental el Dreamtime, que podría considerarse como su consideración del génesis de la existencia que explica el momento en que los “ancestros de la creación” originaron la naturaleza y todo lo se encuentra en ella. Esta mitología y estas tradiciones han ido pasando a través de miles de generaciones, constituyendo los valores de su cultura, y transmitiéndose mediante pinturas en las rocas. En la actualidad, los pueblos aborígenes se consideran como los guardianes tradicionales de la cultura y de los territorios en los que históricamente se ha reconocido que estaban asentados.

En este sentido, las gigantescas formaciones de Uluru y Kata-Tjuta tienen un significado especial dentro de la cultura tradicional aborigen, y en concreto de la de los Anangu, que es el pueblo originario de esta zona. Por ello, se erigió en un emblema de la lucha por la recuperación de los derechos del pueblo aborigen, hasta que en 1985, el Gobierno de Australia devolvió la propiedad de esta zona a los aborígenes, con la condición de que siguiera gestionándose como Parque Natural. Hoy, el Parque está gestionado por un consejo compartido en el que la mayoría de sus miembros son aborígenes.

Al salir del centro cultural, y aunque el sol azota a discreción, nos animamos a hacer uno de los paseos cortitos, el que lleva al Mutitjulu Waterhole. Por primera vez nos acercamos a “la roca” y la sensación es impresionante. Ya desde la carretera sientes que tiene un magnetismo especial porque  no puedes dejar de mirarla… te atrae como un imán! Pero de cerca, viendo la envergadura que tiene y sin nadie alrededor, tiene un aura casi mística.


No hay mucho más que rascar, son las 3 de la tarde y el calor que hace es una locura.... así que decidimos acercarnos a Yulara, un pequeño resort turístico en mitad de la nada pero a las puertas del Parque Natural y único lugar donde se puede encontrar alojamiento a las puertas del Parque Natural.

Como nos quedan un par de horas hasta la puesta de sol aprovechamos para darnos un bañito en la piscina del camping,… sienta de maravilla con el calor que hemos pasado!

Un buen rato antes de la puesta de sol nos encaminamos de nuevo al Parque Nacional. El atardecer es uno de los momentos más esperados y que atrae a más turistas.


Hay preparada una zona para verlo, y aunque no es temporada alta, está casi lleno... tanto que el ambiente rompe un poco la magia del momento…

Desde este lugar, el sol no se pone detrás de la roca, sino en el lado opuesto, por lo que realmente no se ve caer el sol ni el cielo va cogiendo tonos anaranjados... sin embargo, lo característico es que se  puede apreciar como el monolito va cambiando de color por el impacto de los rayos del Sol, desde un rojo más cálido hacia el marrón y finalmente casi color chocolate…





A las 7 de la tarde se hace de noche, así que poco más hay que hacer. El día ha sido un poco raro y no hemos conseguido sacarle todo el partido que queríamos por el calor que hace… así que lo que toca es irse a la cama temprano y poner el despertador al amanecer, que seguro que mañana con la fresca conectamos al 100%!

2 comentarios:

  1. ¡Si es que siempre habéis sido unos dormilones! No parece que haga tanto calor, qué exagerados, jaja.

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    1. Soni, pá que te hagas un idea del calor.. varias veces le dije a David "esto me está recordando a las fotos de Sonia de China en las que salia cual pollo...."ajajja

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