lunes, 1 de abril de 2013

Queensland (7) - Green Island


¡Qué mejor plan para el último día en Queensland que ir a pasarlo a una de las islas situadas en la Gran Barrera de Coral.

El arrecife ocupa una extensión de 2600 km, y sobre ella se encuentran cientos de islas. De todas las que pueden visitarse en un día desde la zona de Cairns, nosotros nos decantamos por Green Island, la más cercana, a unos 45 minutos, y por ello la que sale mejor de precio.

El par de días que pasamos en el barco habían estado muy centrados en el buceo, así que nos apetecía experimentar la Barrera de Coral desde otra perspectiva, a pie de playa y haciendo snorkel.


Devolvimos la furgo y nos dirigimos al puerto de Cairns a pillar el ferry. Al llegar, la primera impresión nos decepcionó un poco. 


Rollo turístico total, con un resort, piscina y algunas otras atracciones enfocadas a las numerosas familias, sobre todo asiáticas, que preferían darse una vuelta por un pseudo-museo y un chapuzón en la piscina, en lugar de disfrutar del fondo marino. 

Pero a nosotros nos vino genial, ya que a medida que nos alejabamos un poquillo de la marabunta, teníamos rincones impresionantes casi para nosotros solos.


Después de recorrerla comprobamos que, aunque en el interior habían hecho un poco un destrozo, la costa sí que ofrecía lo que nos habíamos imaginado: arena blanca y aguas  tranquilas rodeadas de palmeras. Un lugar paradisíaco!


De todo el entorno, la diversidad de tonos azulados del agua era lo más especial. Desde la superficie, los círculos de color más verdosos identificaban donde se encontraban los arrecifes de el coral.


Equipados con tubo, gafas y aletas, nos metimos a ver qué había bajo el agua. En algunas zonas no había demasiada vida, sin embargo, curiosamente más cerca del muelle era donde más coral se podía ver y también la mayor cantidad de peces. Nos gustó mucho, y la percepción era muy diferente a la del submarinismo, ya que con los rayos de Sol impactando sobre el mar, los destellos de luz iluminaban los corales y el color se hacía mucho más intenso. 


Eso sí, tristemente, se podía ver a simple vista que muchas de las colonias de arrecife estaban deterioradas, o con alguna de sus extremidades partidas o golpeadas... en parte seguro, por sufrir los aletazos de los buceadores...


Vuelta a Cairns, donde nos quedaban un par de horillas para dar una vuelta hasta marchar al aeropuerto. Casi todo el tiempo lo pasamos alrededor del Lagoon, una piscina de uso público ubicada en el paseo marítimo, que hace las delicias de locales y turistas... y lo mejor, es gratis!!! Además, tiene unas instalaciones con duchas, también por la cara, que vienen la mar de bien cuando estas en rollo nómada!


Cairns es un lugar curioso: tiene un rollo playero, cuando en realidad no tiene playa; y vive de la Barrera de Coral, cuando en realidad está a casi dos horas de la misma. Sin embargo lo tiene todo a tiro de piedra, y ofrece los servicios que escasean en las poblaciones de los alrededores.

A nosotros cuando anduvimos por allí nos pareció muy agradable, de ambiente jovial y distendido, y con la impronta característica de los lugares tropicales - easy going!

Hasta aquí dio de sí nuestra visita al norte de Queensland, unos días geniales descubriendo otra de las maravillas de las que ofrece Australia!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario